"Cuando te caes, hay que volver a levantarse". Me parece una frase absurda e hiriente, cuando la realidad es que te ha pasado algo muy difícil de superar. Te jodes y continuas, nada de chorradas.
Mi persona y su TLP se enfrentaban a una gran ansiedad ante la toma de decisiones. Primero llegaba la duda, que se convertía en indecisión, para agravarse cuanto más rápido debía tomarse la decisión.
«Mandé a mi perrita Luna a buscar su trapito de tela para jugar. Ella marchó pero no lo encontró. Volví a repetírselo, pero esta vez trajo su arito de goma tan feliz que comenzamos a jugar».
He perdido mucho tiempo anclado en el pasado, escudriñando un futuro sin respuestas y descuidando mi presente. Suena a tópico, pero es lo único cierto y tangible que tenemos para curarnos.
Llega un momento en el que te das cuenta de que no has elegido nada en tu vida por miedo al fracaso y a la frustración posterior. A un TLP le viene mejor las metas a corto plazo: mañana.
A veces me imagino lidiando con una situación difícil, o varias, algunas simples otras rocambolescas, pero en ninguna de ellas logro controlar mis impulsos. Siento como mi TLP me lo impide.
El hecho mismo de darte cuenta de que necesitas ayuda profesional es el inicio de tu propia catarsis. No lo sabes aún, pero sentirás una liberación al abrir tu mente con un profesional de la salud mental.
Para mi, uno de los problemas de esta enfermedad mental es que te hace ver que las cosas sean blancas o negras. No hay grises, ni matices. El nivel de tolerancia es mínimo ante cualquier circunstancia.
Por mi TLP he perdido oportunidades laborales increíbles, poder desarrollarme, perfeccionarme y crecer en la empresa. El problema es que siempre me echaban por un único problema: mi comportamiento.
Por mi condición personal o por mi TLP, era una persona desconfiada. Me habían juzgado tan mal, y tantas veces, que era yo quien lo hacía con los demás. He cambiado, pero el primer impulso queda.
Crecí pensando en que las cosas no cambiarían: amigos, familia, mi primer amor... Al llegar a la adolescencia vi que todo cambió convirtiéndose en una gran frustración que me afectó muchísimo.
No tuve una mala infancia, pero hubo muchas sombras, como a muchos nos ha pasado. Recuerdo a mi padre pegándome con un cinto mientras mi madre no hacía nada para impedírselo.
Esta frase me la he dicho muchas veces y en diferentes estados, no sólo cuando estaba mal. Es peligroso sobrepasar esta línea pues la realidad deja de tener sentido en todos los aspectos.
¿Os imagináis que el elefante encadenado a una estaca de repente un día se da cuenta de lo que le hicieron de pequeño y, lleno de rabia, odio y rencor, la emprende contra todo y todos?
La angustia de estar perdido, aunque es un concepto muy amplio, puede suponer a un TLP la paralización de su mente. Digamos que su abanico de posibilidades está cerrado y no se puede abrir.
Hay que subir a la copa de un árbol para poder ver el horizonte en un bosque frondoso. Extrapolar este concepto para un TLP es complicado, ya que su mente no le deja escalar su propio árbol.
Para un TLP, a la hora de interactuar en un contexto social le puede resultar un tarea difícil. Su forma de expresarse le induce a pensar que haya sido raro o antipático con los demás. ¿O quizás si?
El círculo sigue representando el resultado de mi vida con TLP: sucede algo que hace saltar un resorte en mi mente, llega el enfado, la rabia y las consecuencias hasta volver a empezar un nuevo círculo.
Cuando un TLP comienza a controlar los impulsos llegan otro tipo de frustraciones. Son aquellos residuos que quedan cuando no expresa su opinión por miedo a perder el control de la situación.
Vivir en la ignorancia comienza a echarse de menos cuando empiezas a entender lo que es tener TLP... Yo me agarré a mi naturaleza curiosa y a que no tengo nada que perder, sin más.
Aquí da igual, creas o no en la psicología o en la psiquiatría, las pastillas son una ayuda, que NO la solución, para que te estabilices y puedas poner en orden tu cabeza para empezar de nuevo.
Esto es más tangible, la psiquiatría es algo que funciona pero tiene un fallo. Cada persona es un mundo y a lo que a uno le va bien a otro no. Es complicado dar con el tratamiento adecuado...
No creo en la psicología, ilógico sí, pero bajo mi experiencia esto es así. Quiero pensar que algo bien han hecho, seguro, pero las soluciones han salido de mi en un 99%, el resto, de los profesionales.
Pretendo expresar y dar forma a mis pensamientos a partir de mis experiencias y mi forma de ser, buena o mala. No pretendo contradecir a los profesionales de la salud mental.